lunes, 27 de marzo de 2017

Ve y pon un centinela



Todos sabemos que "Matar un ruiseñor" es una obra maestra y este libro es una continuación, en la misma línea, con los mismo valores y tan profundo como lo era el primero.
Scout ahora vive en Nueva York, tiene veintiséis años y vuelve a Maycomb para visitar a su adorable padre Atticus, que sigue ejerciendo la abogacía en el Sur profundo donde sigue viviendo. Las cosas han cambiado para Scout o por lo menos ella ve el progreso que se está produciendo en la sociedad pero cuando llega a Maycomb el mundo se detiene: todo sigue igual, todos siguen pensando igual y los problemas raciales siguen tan latentes como cuando ella era una niña. De hecho los movimientos por los derechos civiles hacen que los negros empiecen a tener conciencia de sus derechos y en el Sur se está produciendo un movimiento importante por parte de la comunidad afroamericana mientras que para la población blanca la separación cada vez es mayor ya que para ellos todo sigue siendo igual.
Scout lo ve todo desde el punto de vista de una persona independiente y que vive en una gran ciudad. Es más fácil luchar por la libertad cuando todos los que te rodean piensan igual. Por eso no entiende la actitud que está tomando Atticus antes los problemas y la sensibilización racial. En esta novela principalmente lo que nos tratan de explicar es cómo luchar y cómo sobrevivir en cada entorno específico. Para Atticus, en una sociedad de blancos y con el poder en manos de los blancos, su lucha tendrá que empezar desde dentro, apoyando causas y situaciones con las que no estará del todo de acuerdo pero que le permitirá exponer su opinión y cambiar la de los demás. Esta situación será muy difícil de asimilar para Scout que tendrá que hacer un esfuerzo por entender que la lucha no puede ser igual en Nueva York que en una pequeña población del sur de Estados Unidos.
Y de nuevo otra obra maestra que no hay que dejar de leer.
Próxima lectura: Príncipes de Irlanda, de Edward Rutherfurd.

lunes, 6 de marzo de 2017

Bariloche



No sé muy bien cómo empezar a contar de qué trata este libro o qué es lo que este gran escritor nos quiere contar. Acabo de leer una pequeña sinopsis donde dice que este es un libro triste y creo que triste se queda muy corto; es de una tristeza que se te cuela por las entrañas, que te deja vacío de sentimientos, muy intenso y desgarrador. Este autor es un gran referente actual y la edición que he leído tiene un prólogo que es un regalo, escrito por Roberto Bolaño.
Demetrio Rota vive en Buenos Aires y es recogedor de basura. Las tardes las pasa durmiendo y las noches montando puzzles. Su vida es simple, anodina y vacía. A medida que monta los puzzles va recordando fragmentos de su vida, su adolescencia y posterior traslado a Buenos Aires y la relación con sus padres por aquel entonces. Actualmente se dedica a recoger basura y a sobrevivir en un entorno mediocre en el que cada vez está más encerrado. No tiene ninguna clase de incentivo y parece que sufriendo y haciendo sufrir es su forma de vivir.
Sin duda es un libro triste y apagado que te deja sin fuerza pero al mismo tiempo es una obra maestra, la forma en que está escrito y los sentimientos que transmite son de una fuerza sorprendente. Un gran escritor que hay que tener en cuenta en el momento actual.
Próxima lectura: Ve y pon un centinela, de Harper Lee.