domingo, 13 de enero de 2019

Fractura



La primera lectura del año ha sido espectacular. Poder adentrarte en las líneas de esta novela tras días duros e intensos de trabajo, ha sido el mejor regalo de estos días. Un libro que se hace corto tratando de entender qué pasa por la cabeza de nuestro protagonista.
El señor Watanabe es un superviviente de la bomba atómica de Hiroshima. Allí perdió a su padre y con la bomba de Nagasaki, al resto de su familia. Se criará en Tokio con unos tíos a los que adora pero este acontecimiento le ha cambiado para siempre y la huída hacia adelante parece la mejor opción. En un primer momento irá a estudiar a París; tras acabar los estudios y encontrar trabajo en una importante empresa de televisores japoneses, irá aNueva York. Para expandirse en el mercado latino, irá a Buenos Aires y en los últimos años antes de su jubilación, se asentará en Madrid.
Todas esas ciudades serán para él una forma de seguir huyendo. Tras muchos años de omisión del gran desastre de las bombas atómicas, por fin el mundo se ha puesto de acuerdo en la barbaridad que se cometió, se están empezando a tener en cuenta a las víctimas y a los supervivientes y muchos de ellos encontrarán consuelo en todo esto. No es el caso de Watanabe: siempre convivirá con esa desgracia pero no querrá hablar de ello.
Serán cuatro mujeres importantes las que nos narrarán la vida de Watanabe en todas estas ciudades. Su primer amor en París, que parecería que fuera a ser para siempre. Esos primeros años sin dinero y conociendo el sexo y la intimidad. Años de crecimiento que finalmente le llevarán a Nueva York y a Lorrie, periodista y activista con la que convivirá muchos años. Tras su ruptura, es el mejor momento de volver a cambiar de ciudad y de idioma, aunque el español suponga todo un esfuerzo para él. Gracias a Mariela todo será mejor. Traductora separada y con un hijo, supondrá todo un reto para Watanabe ese nuevo idioma y esta nueva relación. Aunque finalmente termine y suponga para él una nueva mudanza, esta vez a Europa y a Madrid. Allí, con Carmen, vivirá un amor nuevo para ambos, con sus edades y sus experiencias a sus espaldas.
Pero Watanabe en realidad no se siente de ningún sitio, ni siquiera de su Japón natal. Tras su jubilación y sin saber qué hacer con su vida, piensa que lo mejor es volver a donde empezó todo y regresará a Tokio donde espera encontrar su final no muy lejos, Pero acaba de ocurrir el terremoto previo a lo que luego ocurrirá en Fukusima y sentirá que ha llegado el momento de hacer frente a su destino.
Andrés Neuman ha sido todo un descubrimiento. Este es el tercer libro que me leo de él y ha sido, sin duda, el mejor de todos. Una novela interesantísima por todo lo que narra y con unos personajes fuertes de los que aprendes algo en todo momento. Además, me he encontrado en sus líneas con que la última pareja de Watanabe de Madrid, vive en la misma ciudad que yo. Así que Andrés Neuman y yo hemos recorrido las mismas calles.
Próxima lectura: La desaparición de Stephanie Mailer, de Joël Dicker.