domingo, 28 de agosto de 2016

París



Tres largas semanas de vacaciones han sido más que suficientes para devorar esta maravillosa novela de uno de mis escritores favoritos. Juntar novela e historia es lo que más me gusta encontrar en un libro y éste, una vez más, te hace descubrir una maravillosa ciudad desde casi sus orígenes.
París tiene muchísima historia, es por ello que el libro empieza a finales del siglo XIX y en algunos capítulos vuelve un poco atrás en el tiempo pero principalmente empieza ahí. A través de una familia aristocrática y otra de ricos burgueses, vamos adentrándonos en el París de los siglos XIX y XX, con un gran desarrollo cultural e intelectual. Era a París donde iba todo el mundo, la gente que quería saber cuál era el movimiento cultural actual, conocer a los pintores del momento, impresionistas y post impresionistas, escritores como Hemingway... era en París donde podías encontrarlos a todos. Conocemos la construcción de la Torre Eiffel y lo que supuso para la ciudad, admirada y detestada a partes iguales, al final se ha convertido en símbolo de la ciudad. Momentos anteriores de su historia como la Revolución Francesa o la época Napoleónica, así como la construcción de Notre Dame son apenas esbozos en esta novela pero el escritor les dedica algún capítulo, lo que es muy de agradecer y también es comprensible que se centre en otros momentos históricos más actuales ya que al ser una ciudad tan importante la novela podría ser interminable.
La Primera Guerra Mundial supuso un duro golpe para la ciudad pero fue en la Segunda Guerra Mundial donde vemos cómo el pueblo parisino saca su orgullo, aunque parece que se dejó avasallar, poco a poco va creando una red de luchadores de la Resistencia y consiguen tomar de nuevo la ciudad, por supuesto de la mano de los Aliados.
En este libro conocemos el carácter de los parisinos, gente orgullosa de su origen, con un gran sentido cultural e intelectual, admiradores de los grandes artistas y escritores de la época, por ejemplo nos describe el funeral multitudinario de Victor Hugo y todos los grandes personajes enterrados en el cementerio de Pere Lachaise, visita obligada cuando vas a París.
Una gran novela muy recomendable sobre todo si eres un enamorado de la ciudad de París.
Próxima lectura: El elexir de la inmortalidad, de Gabi Gleichmann.

jueves, 4 de agosto de 2016

Hasta siempre, mi amor



Aunque al principio pensé que me había comprado el típico libro de novela romántica, la sorpresa ha sido descubrir una escritora estupenda que sabe transmitir muy bien los sentimientos. En ningún momento el libro cae en una sensiblería excesiva y es una bonita historia de amor.
Elli trabaja de articulista en el Nation, su vida amorosa no va como a ella le gustaría, aunque saliendo con un hombre casado es complicado y su jefa la está empezando a presionar. Entre los papeles de la biblioteca del periódico descubre una carta de amor, sin nombres ni fechas. Una bonita carta llena de sentimientos, con una forma de escribir que hace sentir lo que describen sus líneas. A partir de esta carta, Elli descubrirá a una pareja que se amó con pasión pero en una época muy difícil para ambos. Aún así, ni los años ni la distancia pudo con este amor y esta pasión que aún seguirá viva aunque hayan pasado cuarenta años.
Es así como descubrimos a Jennifer, típica mujer casada con hombre rico que ni trabaja ni nada, y a Anthony, un periodista del Nation que debe entrevistar a su marido. Aunque pertenecen a mundos muy diferentes descubrirán que el amor puede atravesar todas las barreras aunque será muy complicado para alguno de ellos y ni estarán seguros de que ese amor sea tan fuerte como creen.
Qué ocurrirá con ellos es algo que Elli irá descubriendo al encontrar más cartas y fruto de la casualidad conocer a sus protagonistas.
Una historia muy dulce y bonita. Un bonito libro para comenzar las vacaciones.
Próxima novela: París, de Edward, Rutherfurd.