sábado, 29 de junio de 2019

Lo que esconde tu nombre




Esta novela tiene un aire triste e intenso que no desaparece en ningún momento y que incluso el final deja con el mismo amargor. Aún así, su lectura me ha tenido atrapada intentando descubrir cuál sería el mejor final para sus protagonistas.
Sandra tiene treinta años, está embarazada y no saber qué hacer con su vida. Se encuentra en la costa en la casa de verano de su hermana intentando decidir qué es lo mejor para ella y su bebé cuando un día se marea en la playa y la casualidad hace que una pareja de ancianos noruegos se ocupen de ella y la conviertan en la nieta que nunca tuvo. Pero esta pareja no es lo que parece y Sandra se verá envuelta en algo que ni quiere ni saber y que sabrá cómo salir de ella.
Julián es un sobreviviente de Mauthausen, vive en Argentina y se encuentra casi al final de su vida a la que ha dedicado a intentar encontrar a nazis a lo largo y ancho del mundo durante toda su vida, porque algo así no puede quedar en el olvido y los culpables que han huido deben pagar por las atrocidades que han cometido.
Julian viaja a España para cumplir una última misión. Un grupo de nazis llevan años viviendo tranquilamente en la costa española y alguien debe poner fin a esto o por lo menos ponerles nerviosos. Es así como Julián conoce a Sandra y entre los dos se forjará una amistad que les llevará a superar su miedos, a madurar y a tratar de seguir adelante con sus vidas.
Esta novela nos sirve para recordar las atrocidades que se cometieron en los campos de concentración y que jamás deberán quedar en el olvido. Debemos ser conscientes de hasta donde llega la maldad de las personas para que nunca vuelva a ostentar poder para tener libertad de hacer lo que quieran y sobre todo, contra la libertad de otras personas. Nunca debemos olvidar todo esto.
Próxima lectura: Hijos del dios binario, de David B. Gil.

miércoles, 19 de junio de 2019

Tengo que matarte otra vez



Este libro me ha gustado mucho más de lo que esperaba porque no sabía que iba a pasar hasta el final. Siempre tienes una ligera idea de por dónde va a ir el camino pero esta vez me ha sorprendido.
En Londres se han cometido unos asesinatos de forma muy cruenta. Siempre mujeres de cierta edad y solas que han tenido una muerte bastante violenta. La policía no sabe por dónde buscar porque entre las víctimas no parece haber nada en común y además, la última víctima no ha sido una mujer. Gilliam Ward tiene una hija adolescente y un matrimonio en declive. Parece que puede ser el nexo de unión de los crímenes pero todos los avances llegan a un callejón sin salida. Será a través de un ex policía por el que poco a poco se verán pequeños avances de quién está detrás de todo esto, aunque quizá cuando lo descubran sea demasiado tarde.
Me resulta complicado contar algo de la trama de este tipo de novelas porque, incluso cualquier nombre que aquí salga, puede condicionar al lector y pensar que es uno de los personajes principales o que hay que estar atento a cuando aparece en la lectura. Lo bueno de los thriller es que nada es lo que parece y que todo puede cambiar en el último segundo.
En estas novelas todo es importante y relevante y cualquier personaje puede ser el hilo conductor a la verdad, por eso hay que permanecer muy atentos y recordar todos los detalles.
Este libro me ha resultado muy entretenido y creo que la escritora ha sabido guiarnos sin prisas por la novela.
Próxima lectura: Lo que esconde tu nombre, de Clara Sánchez.

domingo, 9 de junio de 2019

La mujer que arañaba las paredes




Creo que los escritores del norte de Europa son expertos en novela negra. No sé si el hecho de que haga más frío, haya menos horas de luz y pasen más tiempo en casa, les hace ser más duros a la hora de elegir protagonistas para estas novelas, porque los asesinos y secuestradores o simplemente los malos, son de lo peor que hay y capaces de cometer las peores atrocidades.
El policía de Copenhagen Carl Mork está pasando uno de sus peores momento cuando en una investigación, uno de sus policías y amigo muere y otro queda paralítico de por vida. Esto le sume en un estado de semi depresión, no quiere trabajar y ve una salida a todo cuando su jefe le ofrece ser el responsable de un nuevo departamento, el Departamento Q. Han obtenido un partida adicional de dinero y con la excusa de ponerle al frente, un poco le manda donde no moleste y que se encargue de la investigación de casos no resueltos. En todo esto Carl ve una posibilidad de no hacer nada en todo el día, pero su instinto de policía no podrá quedarse de brazos cruzados una vez que empiece.
Hace cinco años desaparecía la nueva estrella de la política de Copenhagen Merete Lynggaard en un ferry tras volver de unos días de descanso. Carl empezará a descubrir que hubo muchos fallos en la investigación y que por falta de pruebas se quedó sin resolver. Pero él, poco a poco, y con ayuda de un asistente inesperado, empezará a sentir curiosidad por saber los detalles de la desaparición y por la vida de Merete, de la que nadie sabe nada, pero que intuye que será importante para conocer qué sucedió aquel día que desapareció. ¿ Fue un asesinato o un secuestro? El cuerpo nunca se encontró, fue como si se hubiera evaporado, sin testigos, pero han pasado muchos años para pensar que sigue secuestrada.
Esta novela nos lleva a viaje de ira que se alimenta a lo largo de los años hasta llegar a la venganza definitiva. Ahora solo queda adentrase en la lectura para ver si es posible un final menos trágico.
Próxima lectura: Tengo que matarte otra vez, de Charlotte Link.