martes, 28 de febrero de 2017

Madrid



Como buena madrileña yo soy una enamorada de Madrid. De sus calles, su muchísima gente, su color, su sonido. Una ciudad que nunca duerme y que siempre tiene algo para sorprenderte; una ciudad que puedes recorrer calle a calle y metro a metro, que puedes disfrutar en invierno con sus luces y mucho frío, y también en verano con su calor y sus parques. Y gracias a este libro conoces que Madrid siempre ha sido así.
A mediados del siglo XVI nuestros tres primeros protagonistas se encuentran camino de Madrid, donde esperan crecer profesional y personalmente en la capital del Reino. Así es como conocemos a tres generaciones que a lo largo de los siglos nos irán dando a conocer la evolución que ha ido sufriendo Madrid, quizá un poco lenta para ser una capital europea pero que ha crecido a través de sus gentes, las personas que han ido haciendo de Madrid lo que es hoy en día. Porque madrileño es todo aquel que vive en Madrid, da igual de dónde haya llegado, aquí acogemos a todos, aunque los gatos son aquellos cuyos padres también eran de Madrid, o así era en aquellos lejanos años; hoy en día también tienen que ser madrileños tus abuelos para que te consideren gato y sigue siendo difícil encontrar a madrileños así. Yo no soy gato y no estoy segura de conocer a muchos que lo sean.
Nuestras tres familias seguirán juntas durante toda la historia de Madrid; así conocemos a los Posada, que tendrán posadas y restaurantes en Madrid; los Tarazona, grandes intelectuales siempre próximos al gobierno, y los Argote, una larga generación de actores que nos introducirá en la cultura madrileña y nos dará a conocer la Zarzuela. Y unas familias que se verán alejadas definitivamente y prácticamente destruidas en la Guerra Civil que asoló este país y Madrid principalmente. Una Guerra dura y cruel que separó a muchas familias y olvidó a personas y personajes muy importantes en España y en Madrid.
A través de los siglos que dura esta novela vemos cómo ha sido siempre Madrid: una ciudad abierta, divertida y unos madrileños que acogen a todos, que siempre tienen una sonrisa y ganas de divertirse; donde la noche no acaba nunca y el día puede empezar sin haber dormido nada. A lo madrileños parece que todo le da igual pero cuando han tenido que rebelarse y echarse a la calle, lo han hecho y siempre han conseguido sus objetivos. Los madrileños seguimos siendo igual, abiertos y cooperativos, felices y con ese punto chulesco que nos enseñaron las zarzuelas.
Esta novela es también un libro de historia. Madrid ha sido residencia de Reyes hasta que llegó la primera República y vamos conociendo los distintos reyes que hubo a lo largo de estos siglos y lo que cada uno de ellos hizo por Madrid, en especial Carlos III que es considerado el primer alcalde de Madrid y que se enamoró totalmente de esta ciudad. Una gran novela para conocer la historia de este país y esta ciudad.
Este libro lo van a disfrutar mucho los madrileños, conociendo cómo fueron los lugares que seguramente habiten ahora, pero también los que no son madrileños porque de nuevo Madrid, se abre y acoge a todos.
Próxima lectura: Bariloche, de Andrés Neuman.

martes, 21 de febrero de 2017

Todo esto te daré



Hace ya una semana larga que terminé esta novela y no consigo sacarla de mi cabeza, todavía tengo un nudo en la garganta y algo que me aprisiona el estómago. Este premio Planeta, totalmente merecido, es un libro desgarrador, lleno de sentimientos, un viaje de descubrimientos y amor que se va deslizando a lo largo de su páginas. Aunque ya conocía a la autora por la trilogía del Baztán, he de decir que esta novela es un paso más en su carrera; está tan bien escrito, te sumerges tanto y tan profundamente en sus líneas y te llega tan dentro que deja sin palabras.
Manuel es un escritor que se encuentra en casa terminando su última novela cuando una visita inesperada le saca de su ensimismamiento. Una pareja de la Guardia Civil le comunica que su marido Álvaro ha fallecido en un accidente de tráfico en Lugo. Aquí empieza un viaje muy largo, en el escenario de la Ribeira Sacra, donde lo primero que tendrá que hacer es reconocer el cuerpo del que ha sido su marido y gran amor. Pero, la dudas surgen porque ¿qué hacía Álvaro allí?, tan lejos de su casa y del supuesto viaje de trabajo a Barcelona. Con dos compañeros inesperados, un Guardia Civil retirado y un cura amigo de la infancia de Álvaro, empezará a descubrir la vida que llevaba allí, quién era y en qué se había convertido e irán apareciendo ante él todas las pistas necesarias para conocer a su marido. Tras los momentos de ira y desesperación, la negación de sentimientos, el miedo a lo que va descubriendo, Manuel sigue adelante intentado conocer la verdad de lo que ha ocurrido.
Esta es una novela con una descripción detallada de los sentimientos, hace que en todo momento sientas lo mismo que siente Manuel, te identificas con él, con su dolor que haces tuyo y entiendes que quiera seguir en su caparazón y no dejarse llevar por el llanto. Tiene que ser fuerte, por él, por Álvaro y por saber la verdad.
Con los libros, al igual que con las películas, hay mucha gente que no tiene en cuenta los detalles, no ve más allá de lo que tiene ante sus ojos y no profundiza en lo que realmente están trasmitiendo. Creo que este es el motivo por el que libros como este pasan de largo en muchas personas. A mí, la lectura de esta novela, la descripción tan detallada de los sentimientos que nos regala, me ha tenido con la carne de gallina y un nudo en la garganta constantemente. Quiero creer que es porque he leído con algo más que con los ojos así que estoy muy contenta de poder haberlo disfrutado así. Espero que alguien más sienta lo mismo que yo y disfrute de igual forma de los libros, las películas, la música y la vida.
Próxima lectura: Madrid, de Antonio Gómez Rufo.