viernes, 24 de abril de 2015

Bella del señor



El mundo de la lectura me tiene tan absorta que olvidé comentar a su debido tiempo este maravilloso libro y su preciosa y poética historia de amor. Un libro largo, intenso, denso, que nos describe un amor con las mismas características.
Arianne y Solal se encuentran, se enamoran y huyen. Ella está casada con un hombre anodino, al que encuentra por casualidad cuando su vida llena de privilegios parece que está a punto de desaparecer y decide casarse con él. El marido es un gran personaje, sus situaciones en la Sociedad de Naciones donde trabaja son de lo más cómicas aunque no tanto como la relación que tiene con sus padres, que viven con él y Arianne. Se suceden grandes escenas muy divertidas. Solal es el jefe del marido, subsecretario en la Sociedad de Naciones, lo que permite enviar al marido lejos en una misión de la Sociedad y así dan rienda suelta su amor. Cuando el marido vuelve tendrán que huir si quieren seguir con su aventura.
Pero, ¿qué sucede cuando se pasa de amantes a llevar la vida de un matrimonio? ¿Es posible que la pasión se mantenga? Ellos se aman, se desean, no pueden separarse el uno del otro pero cuando su convivencia se convierte en algo habitual querrán mantener la pasión, estar perfectos el uno para el otro pero ¿cuánto tiempo podrán seguir así? Su amor debería estar por encima de esto y seguir el curso habitual pero la rutina no es lo suyo. Esto lo que nos hace pensar es que el final de la novela será tan intenso como toda la obra.
Una gran elección este libro, no me ha defraudado; una gran historia de amor.
Próxima lectura: El umbra de la eternidad, de Ken Follet.

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