miércoles, 30 de septiembre de 2015

Indeleble: la llave de su destino



Si algo me atrajo de esta historia y me impulsó a comprarla fue la trama que había en ella unida a una bonita historia de amor. Lo que ha sucedido es que la trama se queda en poco y el romance, además de abarcar toda la novela, es demasiado almibarado para mi gusto, demasiado amor, demasiado rápido y demasiado intenso. Si por lo menos hubiera venido acompañado de grandes escenas sexuales lo podría haber valorado y entendido de otra manera.
Lucy vive marcada por unos ojos azules con los que se encontró, o más bien con los que tropezó, hace ahora cuatro años, cuando estaba pasando por el momento más triste de su vida tras la muerte de su madre. Ahora trabaja para el FBI como experta en finanzas intentando desenmascarar el flujo del dinero de ciertos sospechosos. Esto le lleva a trabajar de incógnito para el Eagle Bank donde se encuentra con los ojos azules que perturban sus sueños desde hace años. Maximillian es el dueño del banco, un hombre atractivo y solitario, volcado en el trabajo y con una tragedia a sus espaldas marcada por la muerte de sus padres cuando era un crío.
Lógicamente la historia de amor está puesta en bandeja, el problema está en qué descubrirá Lucy de Max, qué está pasando realmente en el banco y qué sucederá cuando salga a la luz toda la historia. El amor que sienten el uno por el otro parece que es tan fuerte que todo lo puede superar pero son muchos los secretos que hay entre ellos y aunque se quieren y confían el uno en el otro, nunca se sabe cómo va a reaccionar el amor de tu vida ante una situación como con la que se encuentran. El final tendrá que descubrirlo cada lector.
He de reconocer que la historia engancha, hay muchos puntos interesantes a tener en cuenta aunque lo que parecía el centro de la novela se resuelve de forma simple y como si no fuera importante. Parece que lo único que importa es la historia de amor de los protagonistas y de los distintos amigos que tienen cada uno de ellos. Pero, como ya he dicho, es una opinión personal y estoy segura de que lectores mucho más sentimentales que yo sabrán apreciar la novela como se merece.
Próxima lectura: Mil besos y cien más, de Laura Sciolla.

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