domingo, 22 de enero de 2017

Cuando estábamos vivos




Los inicios de año son complicados laboralmente hablando, así que es una suerte que la primera lectura del año te atrape de tal manera que consigas olvidar todo lo demás. Este es uno de estos libros, una historia a lo largo de muchos y en un período histórico muy importante para la Historia de este país.
Lucia Oriol, en el ocaso de su vida, recuerda al que fue su gran y único amor. Francisco Anglada llegó como un torbellino y sus numerosos secretos siempre estuvieron latentes entre ellos, hasta que ya en el final de sus días, decide contarle a Lucía casi todos ellos. En cualquier caso, ella siempre supo el tipo de hombre que era y aún así nunca pudo dejar de amarle. Un amor que perdura incluso en la distancia y que sólo la muerte consigue separar.
Nos encontramos en los años previos a la Segunda República y la Guerra Civil Española y en una Europa en la que el fascismo está en pleno auge. Lucía está casada con un italiano muy próximo a Mussolini por lo que pasa más tiempo en Italia que en España y aunque quiere que Lucía y sus hijos se trasladen definitivamente, ella es incapaz de dejar su querido Madrid. Cuando conoce a Francisco Anglada, un rico empresario de provincias viudo y de origen judío, ya nunca querrá dejar su amada ciudad. Este amor pasará a ser lo más importante para ella y la llegada de la hija de Francisco, Jimena, los pondrá a todos a prueba, pero siempre dará la cara por todos ellos y luchará por esa familia que llega a convertirse en lo primero para ella. Una familia llena de secretos que poco a poco iremos conociendo en las páginas de esta novela.
Próxima lectura: La princesa de hielo, de Camilla Läckberg.

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