martes, 5 de junio de 2018

El día que se perdió la cordura




Se me van acumulando los libros a leer, la lista de deseos cada vez es más amplia y no me da tiempo a leerme todo lo que quiero, por eso muchas veces me leo algún libro cuando ya han pasado hasta años desde que fueron un éxito en su momento. Con este libro veía que me iba a pasar algo parecido así que cuando salió a la luz la continuación, decidí que era el momento de adentrarme en su lectura. Aunque este primer libro creo que es bastante concluyente y si algún posible lector decide no leerlos seguidos, se podría hacer. En mi caso era casi una necesidad seguir con la novela.
No me gustaría hablar mucho del contenido para no contar más de la cuenta. Cuando alguien me habla bien de un libro no pregunto de qué va, simplemente me lo apunto y me leo la contraportada como mucho, porque ya con eso y con los comentarios favorables, espero que me llegue para adentrarme en su lectura. Así que con esta novela ha sido exactamente igual y por tanto no me gustaría adelantar mucho.
En diciembre de 2013 aparece un joven, desnudo, por las calles de Boston portando en una de sus manos la cabeza decapitada de una joven. Serán el Doctor Jenkins, psiquiatra del centro donde le internan, y la agente del FBI Stella Hyden, los encargados de entender y sacar la información a este hombre para saber qué es lo que ha ocurrido para que aparezca con una cabeza entre sus manos.
Nos encontramos con una historia en varios espacios temporales, por una lado la ciudad de Salt Lake hace diecisiete años, que es donde parece que empiezan todos los acontecimientos; el presente actual donde tanto el doctor como Stella tratan de adentrarse en la mente del supuestamente asesino y psicópata; y los días previos a este suceso, donde vemos a dos personajes que tienen mucho en común y que sin saberlo persiguen el mismo fin.
Creo que todo esto es más que suficiente para adentrarnos en una trepidante novela que no podrás dejar de leer, con cada capítulo dejándote con el corazón palpitando, con mil sensaciones y sin saber hasta el final qué es lo que va a pasar.
Próxima lectura: El día que se perdió el amor, de Javier Castillo.

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