miércoles, 19 de junio de 2019

Tengo que matarte otra vez



Este libro me ha gustado mucho más de lo que esperaba porque no sabía que iba a pasar hasta el final. Siempre tienes una ligera idea de por dónde va a ir el camino pero esta vez me ha sorprendido.
En Londres se han cometido unos asesinatos de forma muy cruenta. Siempre mujeres de cierta edad y solas que han tenido una muerte bastante violenta. La policía no sabe por dónde buscar porque entre las víctimas no parece haber nada en común y además, la última víctima no ha sido una mujer. Gilliam Ward tiene una hija adolescente y un matrimonio en declive. Parece que puede ser el nexo de unión de los crímenes pero todos los avances llegan a un callejón sin salida. Será a través de un ex policía por el que poco a poco se verán pequeños avances de quién está detrás de todo esto, aunque quizá cuando lo descubran sea demasiado tarde.
Me resulta complicado contar algo de la trama de este tipo de novelas porque, incluso cualquier nombre que aquí salga, puede condicionar al lector y pensar que es uno de los personajes principales o que hay que estar atento a cuando aparece en la lectura. Lo bueno de los thriller es que nada es lo que parece y que todo puede cambiar en el último segundo.
En estas novelas todo es importante y relevante y cualquier personaje puede ser el hilo conductor a la verdad, por eso hay que permanecer muy atentos y recordar todos los detalles.
Este libro me ha resultado muy entretenido y creo que la escritora ha sabido guiarnos sin prisas por la novela.
Próxima lectura: Lo que esconde tu nombre, de Clara Sánchez.

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