domingo, 22 de noviembre de 2015

El secreto de la perla



Esta novela me atrajo porque se desarrolla en Australia, sitio al que me encantaría ir, pero que está tan lejos que es agradable por lo menos leer algo de este gran país para ir conociendo su joven historia y adentrarse en el mundo de los aborígenes.
Cuando la madre de Lisa muere, se da cuenta de que no sabe nada de ella, no sabe de dónde proviene su familia o si tiene más familiares y cuando está recogiendo las pertenencias de su madre descubre una foto de un capitán perlero y un hermoso collar, por lo que decide intentar conocer su procedencia. Así es como viaja a Broome, una ciudad costera que a principios del siglo XX disfrutaba de una gran riqueza por la industria perlera. La búsqueda de sus orígenes le lleva a descubrir el diario de Olivia Hennessy y su asociación con el Capitán Tyndall. Es así como conoce la historia de su bisabuela y todo lo que ocurrió durante un siglo hasta llegar a su madre y su huída hacia el este, apartándose de su familia.
Esta larga historia está marcada por un gran amor, separado durante años pero que finalmente triunfa, y también por la relación que tienen nuestros protagonistas con los aborígenes. Una gran cultura y un gran pueblo en una época en la que eran considerados extranjeros y de un nivel inferior pero que para nuestros protagonistas son parte de su familia y sus conocimientos e historias son muy importantes. En Broome además se da una gran variedad de emigrantes atraídos por las perlas: desde japoneses, grandes buceadores, hasta los aborígenes, pasando por los ingleses que han llegado a esta enorme isla a intentar hacerse ricos.
Es esta una gran historia para conocer una parte del desarrollo de Australia y para adentrarnos en el mundo aborigen. Una lectura muy agradable y con un final un tanto abierto, con una Lisa sorprendida por lo que acaba descubriendo...
Próxima lectura: Operación Matrioska, de Álvaro Botija.

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