domingo, 16 de julio de 2017

Patria



Esta es la novela de las Navidades pasadas, de las Ferias del Libro de prácticamente todas las ciudades y la novela de año. Y con toda la razón del mundo. Dice la contraportada del libro: "Una historia imprescindible, valiente y conmovedora, que reclama ser leída por todos. Uno de los libros más impresionantes de la literatura española reciente". Esta palabras se te clavan en el alma antes de empezar a leer, para luego ir confirmando palabra por palabra. Un libro imprescindible, sin duda.
El día que ETA anuncia el fin de la lucha armada Bittori decide volver a su pueblo. Antes acude, como casi a diario a la tumba del Txato, su marido asesinado por ETA hace ya muchos años. Ni siquiera le pudo enterrar en su pueblo, sino que está en San Sebastián, donde su hijos casi la obligaron a irse a vivir tras el atentado que acabó con su marido.
Bittori y el Txato son de un pequeño pueblo cercano a San Sebastián, vascos de pura cepa, solo hablan euskera y su hijos son tan vascos como ellos. Les ha ido bien en la vida, tienen una empresa de transportes que da trabajo a muchos jóvenes del pueblo y han conseguido que sus hijos puedan estudiar en la Universidad. Al Txato la política no le interesa pero todo cambiará cuando ETA le envíe la primera carta pidiéndole dinero. Aunque paga en alguna ocasión, no puede dejar de sentir recelo y cuando ya no puede pagar más es cuando las cosas darán un vuelco en sus vidas. Comienzan las amenazas, las cartas y las pintadas en el pueblo: "Txato traidor" y su nombre dentro de una diana. Desde ese momento se verán aislados en su propio pueblo, nadie volverá a dirigirles la palabra, no les atienden en bares y comercios y comienza una vida de amenazado por ETA: cambiando sus rutinas, mirando los bajos de su coche, pasando más tiempo en el trabajo o en casa del que pasa habitualmente...
Miren y Joxian son un matrimonio muy amigos de ellos con tres hijos a cada cual más distinto. El mayor de ellos, Joxe Mari, se convertirá en un terrorista posteriormente encarcelado y con numerosos delitos de sangre a sus espaldas. Del mismo pueblo víctima y terrorista, para Bittori las sospechas son más que fundadas. La amistad entre ambos matrimonios acaba en el momento que comienzan las pintadas en el pueblo y cuando Miren se radicaliza casi más que su hijo.
En este libro lo más duro son los sentimientos, como cada uno de ellos se enfrenta a ellos. Para Bittori el atentado y muerte de su marido es algo muy presente, no quiere casi ni llorar frente a los asesinos y en cambio sus hijos lo viven de distinta manera. Mientras que Nerea no quiere ser la hija de un asesinado por ETA, para Xabier supone el principio del fin de su vida, sumido en una melancolía de la que ni quiere ni puede salir.
Una novela muy dura, muy real y muy intensa. Con pasajes que lees con un nudo en la garganta y pensando que esto ha sido muy real y que es muy difícil, si no imposible, olvidar. Hay que seguir adelante pero olvidar es demasiado en muchos casos.
Próxima lectura: Lágrimas de amor y guerra, de Marian Rivas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario