domingo, 25 de octubre de 2015

Miscelánea



Aunque estos libros parece que tienen un guión determinado, en algunas ocasiones te encuentras con una novela fresca, divertida, excitante, y que te saca del guión que parece que estaba escrito. Este libro es uno de esos casos, en los que aún sabiendo qué es lo que va a pasar, la forma de narrar la historia es tan refrescante y amena que merece mucho la pena adentrarse en sus páginas.
Victoria ha trabajado muy duro para llegar donde está y por fin va a ver recompensado todos sus esfuerzos convirtiéndose en la directora de una nueva revista. Pero lo que no sabe que es que este puesto lo va a tener que compartir con Julio, un rico playboy cuya experiencia en el mundo laboral es nula. La guerra que se crea entre ambos para conseguir la dirección en exclusiva es muy dura y al mismo tiempo divertida, dándose situaciones muy espontáneas y refrescantes en este tipo de lectura. Lo que está claro es que entre los dos la atracción física cada vez es más fuerte y aunque para ellos lo primero es el trabajo, sí es cierto que en el amor y en la guerra todo vale. Ninguno de los dos dará su brazo a torcer para conseguir sus objetivos pero al mismo tiempo la cercanía que les obliga el tener que trabajar juntos hará que poco a poco vayan bajando sus barreras y se conozcan mucho más y mejor. Ambos conocerán a una gran persona que se esconde en una coraza pero entre los dos irán acercando posiciones hasta que el amor y la atracción física se imponga definitivamente entre ellos.
Me ha gustado mucho el libro, para leerlo prácticamente del tirón. Muy bien escrito y muy entretenido, los personajes son estupendos, te puedes ver identificado en muchos de ellos, la narración es muy amena y ni le falta ni le sobra nada a esta novela. Una lectura altamente recomendable.
Próxima lectura: El diamante del Rey, de Adrien Clutterbuck.

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