lunes, 18 de abril de 2016

Las sombras de África



La historia que narra este libro, tan real como impresionante, fue lo que me atrajo a comprarlo hace muy poco y su lectura ha sido muy intensa y altamente recomendable. Yo creo que conociendo el pasado se aprende para el futuro y sobre todo para no cometer los mismos errores. El respeto y la valoración de los seres humanos como seres únicos e independientes es lo más importante para poder convivir todos juntos.
Claudia es una antropóloga encerrada en sus libros y sus estudios que ve cómo su vida da un giro cuando una revista especializada le contrata para escribir un artículo. Esto hace que viaje a África para intentar conocer cómo fueron los años de esclavitud y todo lo que allí ocurrió. A través de un colega, Akassie, conoce la historia y los diarios de Kofi y siente que por fin ha encontrado la historia que quiere contar. La aldea de Kofi fue atacada y él, junto con otros muchos, fue llevado al castillo de Cape Coast, donde los tenían en calabozos en condiciones infrahumanas hasta que los mandaban a América como esclavos. La difícil situación en la que estaban, hacinados y casi sin alimentos, hacía que muchos de ellos murieran mucho antes de embarcar y otros tantos lo hacían en las bodegas en las que eran transportados. Lo más cruel de todo es que eran considerados como animales o bestias y por eso se creían con el derecho a tratarlos así. Pero por suerte hubo gente que pensó que no era justo para ellos y lucharon durante años contra la esclavitud. Uno de ellos, William Hawkins, quien ayudó en todo lo posible a Kofi pero por desgracia el castillo estaba gobernado por Richard Miles, personaje que existió en realidad, lo que hace que todo lo que narra la novela sea mucho más duro de leer.
Ésta es sin duda una novela sobre las libertades y el respeto por las personas. Por desgracia en muchas ocasiones la libertad se ha tenido que ganar con luchas muy largas, duras y difíciles y que desafortunadamente han llegado hasta casi nuestros días. Todos somos libres e iguales, creo que ya va siendo hora de que el color de la piel o las distintas culturas no sirva para separanos sino para unirnos y ser curiosos por conocer otras culturas u otras religiones. El conocimiento es la mayor fuente de poder que hay en el mundo actual.
Próxima lectura: La Biblia de neón, de John Kennedy Toole.

No hay comentarios:

Publicar un comentario