jueves, 22 de noviembre de 2018

El club de los viernes



He leído muchas cosas buenas de esta novela así que cuando por fin ha caído en mis manos, no ha sido una sorpresa que me haya encantado. Aunque si lees algo de ella se puede pensar que quizá sea algo moña y que no va a sorprender nada, en realidad no es así. Aunque al final hubiera querido que fuera un tópico total... Hay que leerla para comprenderlo.
Georgia Walker lleva una tienda de lanas que se ha puesto muy de moda en Nueva York. Con una hija de doce años y un negocio que va viento en popa, parece que ha tenido mucha suerte en la vida, pero en realidad es una luchadora que ha conseguido salir adelante y ser una empresaria de éxito. Cuando su novio James la abandonó embarazada, pensaba que su experiencia en la gran ciudad había terminado pero por suerte para ella conoció a Anita que la ayudó con sus primeros encargos. Anita se convierte en su fiel amiga y apoyo y gracias a ella consigue salir adelante con un bebé y con una nueva vida de empresaria. Ahora el tiempo ha pasado y James aparece de nuevo, quiere ser el padre que nunca fue y recuperar la confianza de Georgia, pero ha pasado mucho tiempo y Georgia no quiere perdonarle ni pasar página.
Su negocio lo es todo para ella y sin apenas planearlo se crea entre sus clientes un club que se reúne  los viernes por la tarde para hacer punto y hablar de sus cosas. Entre ellas empieza a formarse un vínculo especial, encontrarán amistades donde no creían hallarlas y comenzarán a abrirse unas con otras y en su vida personal. Porque son muy diversos los motivos que les ha hecho encontrarse en la tienda de Georgia pero una casualidad maravillosa el formar parte de ese club en el que cosen, comen y se desahogan. Este club será muy importante para Georgia y su principal apoyo cuando necesite toda la ayuda posible para superar los problemas que se le presentan.
Esta novela es un claro ejemplo de fuerza y lucha, de perseguir los sueños y no rendirse ante las adversidades, de no pensar que no se puede sino de tirar hacia adelante y hacerlo, sin mirar atrás y con fuerza y ánimo. Y es una novela sobre el amor, el amor fraternal, el de las mejores amigas, el de las parejas que siempre se han amado... Es un libro precioso y dulce pero con un final duro y agridulce. Sorprendente en este tipo de novelas que parecen todas iguales.
Próxima lectura: Llamadme Alejandra, de Espido Freire.

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