Me gustan estos libros en los que las mujeres se comportan de forma que no es lo que se espera de ellas. De mujeres en una época en la que no están conformes, en la que quieren avanzar y llegar a ser alguien por sí mismas, pero que la sociedad se lo impide. Mujeres valientes, que quieren ser decididas, quieren vivir, pero al mismo tiempo no están seguras de querer salirse de las normas que marca el contexto social que les ha tocado vivir.
En este estupendo libro nos encontramos cerca de Nueva Orleans, en una zona de veraneo de gente rica, todos criollos, donde los hombres trabajan durante la semana y sólo aparecen por allí los fines de semana. Y donde las mujeres tratan de divertirse sin ellos y al mismo tiempo cuidar de sus hijos. Nuestra joven protagonista, casada con un hombre al que sabe que no ama, y con dos hijos a los que siente que no quiere lo que debería, pasa el verano rodeada de amigas y algún amigo especial que hace que despierten en ella sentimientos que creía que no existían. Cuando vuelve a la ciudad siente que su vida está vacía y empieza a desviarse de las convenciones sociales: comienza a vivir su vida tal y como ella quiere. Qué ocurrirá y qué pensaran sus allegados así como su marido es algo que habrá que ir descubriendo poco a poco.
No conocía a esta autora y ha sido todo un descubrimiento. Esta obra en particular me ha gustado mucho, la forma de escribir y de describir los sentimientos de los personajes es fantástica. Y la temática del libro quizá ha contribuido a que me haya gustado tanto, ya que es un tema que me apasiona.
Próxima lectura: Juntos, nada más, de Anna Gavalda.
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