Este estupendo escritor que conocí hace poco vuelve a enamorarme con esta novela también con dos historias paralelas que se van encontrando hasta ver cuál es la relación entre ellas.
Por una parte nos encontramos en Extremadura en el año 1941 y los terribles años de la posguerra. En este escenario una hermosa mujer muere asesinada a manos del que creía su amante y enamorado y que resulta ser uno más de los esbirros que ocupan la España de aquellos años. Y por otra parte nos situamos en la Barcelona de 1981 con una recién estrenada democracia y una joven abogada, María Bengoechea, que tratará de sacar la verdad de tiempos tan oscuros.
Es esta una historia oscura y triste, de venganzas a través de tres generaciones, de grandes engaños y desencuentros pero también con amistades sólidas que irán forjándose a lo largo de las páginas de esta estupenda novela. Son además dos momentos importantes en la historia de España: una dura posguerra tras un larga y horrible Guerra Civil en la que tal y como describe uno de los protagonistas de esta historia "una época en la que no existía el amor, ni la lealtad ni los sentimientos". Y la España de los ochenta, con una todavía débil democracia en la que no todos confían y que además se está gestando un golpe de estado que por suerte para todos nosotros se quedó sólo en un intento.
Una novela muy dura, muy intensa pero descrita de una forma espectacular. No es lenta ni densa ni nada por el estilo; es una maravilla que no podrás dejar de leer.
Próxima lectura: Alguien que no soy, de Elísabet Benavent.
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