La dama de blanco

Atrapada totalmente me ha tenido el libro, atrapada en un ambiente de intriga del que no sabía muy bien cómo iba a resultar todo.
Walter Hartright es un joven profesor de dibujo que es contratado por Frederick Fairlie para dar clases de dibujo a su sobrina Laura. Para ello se traslada a Limmeridge donde conocerá a Laura y a su hermana Marian Halcome, hermana solo por parte de madre y a la que Laura está muy unida. La noche antes de su partida, mientras da un paseo nocturno por Londres, se topará con una misteriosa dama toda vestida de blanco. Esta joven parece conocer muy bien el nuevo destino de Walter y le hablará de la madre ya fallecida de Laura, la señora Fairlie, a la que se sentía profundamente unida y agradecida por cómo la trató durante los años que se conocieron. Este encuentro marcará el principio de la estancia de Walter en Limmeridge, Al llegar allí tratará este tema con Marian para intentar descubrir el misterio de la dama de blanco mientras que no puede evitar sentirse profundamente atraído por la joven Laura, pero ella está prometida a Sir Persival Glyde que claramente va detrás de la joven y rica heredera.
Con este inicio es más que suficiente para atrapar al lector porque la trama se va complicando a lo largo de sus páginas hasta que poco a poco vamos descubriendo todos los misterios que rodean la novela. La forma en que está escrito es muy novedosa, los personajes nos van narrando cada parte de la historia en la que empiezan a tomar más protagonismo y es así como nuestro narrador va cambiando de Walter a Marian y muchos otros personajes importante para la historia en cada momento. Leí al principio de comenzar esta novela que fue escrita por primera vez en entregas en una revista editada por Charles Dickens: me imagino a mí misma como posible lector de la época esperando frente al kiosko de prensa el siguiente capítulo de este relato ya que te atrapa por completo. Y debido al gran éxito que obtuvo finalmente editó todas las entregas en un libro magnífico que es el que ha caído en mis manos. Una gran lectura muy recomendable.
Próxima lectura: Número Cero, de Umberto Eco.