Pensé que este era un libro sobre recuerdos de un amor de juventud pero no es así, esta escritora nos narra un amor que vivió muy recientemente y que la va a dejar marcada para siempre.
Durante el último verano que pasa en su casa de la Costa Brava, Pilar conoce a un periodista francés doce años menor que ella y desde el mismo momento que su miradas se cruzan se desata una gran pasión que les llevará a vivir tres noches de intenso amor. Pero la tercera noche Sébastien desaparece en principio para ir a Siria y no volverá a saber nada más de él.
Loca por ese amor que ha dejado una intenta huella en ella, Pilar tratará de seguir las pistas sobre lo poco que conoce de Sébastien y le buscará de forma desesperada, contando incluso con la ayuda de un detective. Recibirá un gran apoyo de su hijo y de sus primas y amigos pero ella sabe que nunca volverá a ser la misma y que esta breve relación se quedará dentro de ella durante mucho tiempo.
Al final el libro es un poco confesionario, soltar todo lo que lleva dentro para tratar de superar la pérdida que siente que ha tenido. Y en esta búsqueda de la verdad al final dará con ella de una forma sorprendente.
No sé si describir este libro como una historia de amor, lógicamente para nuestra escritora así ha sido, pero es una relación tan intensa y en la que al final resultan tantas cosas que no sé si describirla como una relación amorosa. También con esta novela conocemos a la escritora y periodista Pilar Eyre, una mujer muy inteligente que sabe vivir la vida incluso con los dramas que ha tenido que superar. Una gran mujer que se deja llevar por un breve amor de forma desesperada.
Próxima lectura: Mi isla, de Elísabet Benavent.
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