Este libro es una obra maestra, espectacular, me ha gustado tanto que no quería leer nada más en días. Qué gran escritor, qué grandes libros nos ha regalado. Me leí el año pasado el Gran Gatsby, me gustó mucho, pero éste muchísimo más. Te engancha desde el primer momento, quieres saber qué les va a ocurrir a sus protagonistas, cómo han llegado a donde están y con un desenlace fantástico, como era de esperar para esta gran novela.
El libro está dividido en tres partes. En la primera nos encontramos con una joven actriz de vacaciones en el sur de Francia, que conoce en la playa a un grupo de amigos, entre ellos los Diver, que se convierten en sus anfitriones, llevándola a los mejores sitios y haciendo que conozca a toda gente que ellos consideran que debe conocer. Esta joven actriz, fácilmente impresionable, no puede evitar sentirse atraída hacia Dick Diver, joven médico, psicólogo, con un gran atractivo personal. La segunda parte es un flashback: conocemos a Nicole y Dick, los Diver, quiénes son, sus problemas, cómo han llegado a donde están y descubrimos los secretos que les acompañan. La Tercera parte transcurre años después, el declive de los personajes es patente, sus vidas ya no son como querían y algunos se convierten en caricaturas de sí mismos. Los años no pasan en balde.
En cada una de las partes es uno de los protagonistas el que nos introduce en la historia, el que nos guía por los distintos momentos de sus vidas. El declive de Dick lo vemos desde su punto de vista pero también desde el de Nicole, que pasa de ser una persona enferma, totalmente dependiente, a empezar a valerse por sí misma. Dick pasa de ser su ídolo a alguien que le produce escalofríos.
No sé cómo explicar cuánto me ha gustado este libro, cuánto me ha impresionado en su totalidad. Me lo volvería a leer ahora mismo, más lentamente, para captar mejor todos los detalles. Que nadie se olvide de leerlo.
Próxima lectura: El cartero siempre llama dos veces, de James M. Cain.
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