Fin de semana intenso con cumpleaños y concierto pero lo he leído prácticamente del tirón. Me ha gustado muchísimo, desde las primeras hojas me estaba riendo a carcajadas, qué grandes diálogos, qué fantásticos personajes. Se lo recomiendo a todo el mundo.
Emma no se considera ninguna mitómana; por eso cuando (casualidades de la vida) conoce a un actor súper famoso, es la única que se queda en una silla observando y es por eso que él se fija en ella y pasa con él una de las noches más maravillosas de su vida. Además de, lógicamente, el sexo, se encuentra con una persona de lo más normal, muy divertida y con la que tiene muchas cosas en común. Pero, ¿qué pasará después? ¿Será posible mantener algún tipo de contacto? ¿Sentirá él lo mismo que siente ella? Esa noche cambiará su vida para siempre, y en muchos sentidos.
El resto de personajes que aparecen en el libro son estupendos, me he enamorado de cada uno de ellos. En una película se diría que son unos secundarios de lujo. Emma tiene dos grandes amigas que han estado siempre con ella y los diálogos entre las tres son de reírte a carcajadas, una amistad muy especial. Además está Leo, un personaje que es un amor, gran amigo y a través del que conoce a nuestro actor famoso.
Este es un libro muy agradable de leer, la historia se desarrolla de forma natural, con sus penas y alegrías hacia lo que parece que va a ser un gran final. Final feliz como toda gran historia.
Próxima lectura: La hija de Robert Poste, de Stella Gibbons.
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