lunes, 22 de septiembre de 2014

La hija de Robert Poste



Si hay un motivo por el que me encantaría saber inglés, o mejor dicho, saber tanto como para poder leerlo con normalidad, es por libros como éste. Creo que leyéndolo en su idioma original es la mejor manera de entender todos los giros humorísticos que esta lectura nos ofrece. Por suerte, la traducción que ha caído en mis manos explica bastante bien todos estos momentos y ha sido muy útil en esta fantástica lectura. Porque lo que es cierto es que, aún sin entender muchas de las cosas, el libro es muy divertido.
Nuestra protagonista, Flora Poste, se queda huérfana en cuestión de días, pero no ha tenido ningún tipo de relación con sus padres en muchos años así que no lo siente mucho, salvo porque cree que sus padres tenían mucho dinero y la realidad le muestra que no es así por lo que se encuentra con una pensión mínima y pensando qué hacer con su vida, sin que entre sus planes se encuentre buscar un trabajo, claro. Así que decide mandar cartas a todos sus familiares más cercanos para ver qué le ofrecen para decidirse a ir a vivir con alguno de ellos. La oferta que más le atrae es la de unos primos lejanos de Sussex que viven en una pequeña granja.
La llegada de Flora a la granja da lugar a un montón de curiosas situaciones ya que cada uno de sus familiares es a cuál más raro pero ella se propone llevar a todos por el camino que cree oportuno, incluido el de una tía que lleva toda la vida encerrada en la casa y que no deja la abandone la casa. Y así es como empieza su misión, pensando que gracias a que ella ha ido a parar allí, todos podrán salir adelante.
Gran escritora que nos ha regalado este gran y divertido libro.
Próxima lectura: Suave es la noche, de F. Scott Fitzgerald

No hay comentarios:

Publicar un comentario