Los libros de ciencia ficción no me suelen atraer, me inclino siempre más por otro tipo de lecturas, pero cada vez que digo eso me encuentro entre mis manos con una obra de arte literaria como ésta. En este caso me dejé llevar por una breve sinopsis que dejaba entrever mucho más.
Los trífidos son unas plantas muy veneradas debido a su alta capacidad de producción de aceite. Sus semillas se obtienen de ciertos procesos sintéticos, no naturales, lo que da lugar a grandes plantas, de hasta tres metros de altura, que parecen que hablan entre sí y se relacionan. No se sabe a ciencia cierta cómo aparecen estas semillas, todo son especulaciones, pero lo que sucede es que estas plantas se reproducen por todo el mundo y en el momento en que con su aguijón empiezan a atacar, se decide tenerlas en recintos cerrados, córtales el aguijón y sacar de ellas el máximo provecho. Nuestro protagonista, de hecho, se dedica a tratar con estas plantas lo que hace que tenga un amplio conocimiento de ellas y empiece a percatarse de lo que pueden ser capaces de hacer.
Un día se produce un acontecimiento que hace que el mundo tal y como lo conocemos desaparezca para siempre. ¿Quiénes sobreviven? ¿Cómo siguen adelante con su vida? ¿Qué es lo que realmente ha ocurrido? ¿Qué va a ocurrir a partir de ahora?
Gran novela de este género literario, la mejor que he leído hasta ahora. Imprescindible para que el que le guste la ciencia ficción.
Próxima lectura: El rumor del oleaje, de Yukio Mishima.
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