Me gustan muchos los escritores japoneses. Además de libros maravillosos, con un ambiente y paisaje espléndidos, nos sumergen en lo que es la vida japonesa, sus costumbres y ritos, sus creencias, sus sentimientos y pensamientos. Para conocer un poco más de Japón son estupendos.
Este libro está ambientando en una pequeña isla, con muy pocos habitantes que se conocen todos entre sí. Pescadores en su mayoría y con una gran comunidad que se preocupa unos por otros e intentan ayudarse entre todos. En medio de todo esto dos jóvenes se enamoran perdidamente. Pero este amor, ¿podrá esconderse en su pequeña isla? ¿Tendrá la aprobación del padre de ella? Los jóvenes se encuentran con gente que les apoya y otros que intentan que su amor no fructifique. Él es un pescador, pobre pero con grandes ambiciones, muy trabajador, y ella es la hija de una de las personas más influyentes de la isla.
Este libro es una gran lección también, nos enseña que con esfuerzo y perseverancia se pueden conseguir los objetivos y llegar ser respetados por sus semejantes. Una novela preciosa con descripciones de los paisajes que hacen que sientas que estás allí, sintiendo y oliendo todo lo que narran.
Próxima lectura: Billar a las nueve y media, de Heinrich Böll.
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