sábado, 5 de diciembre de 2015

La casa de Claudina



Y de nuevo vuelta a los clásicos. Grandes novelas de todos los tiempos imprescindibles en toda colección y que hay que leer de vez en cuando. No hay que olvidarse de las primeras lecturas para mejor valorar las actuales.
En esta novela nos vemos rodeados de la vida campestre en una pequeña población no muy lejos de París. Casi contada en primera persona por uno de los personajes, nos vamos adentrando en su vida en el campo: cómo llegó su querida madre hasta allí; conoceremos a su primer marido, a su segundo marido, padre de nuestra guía en la novela, y los hermanos que tuvo, siendo ella la pequeña de una gran familia. La vida en una pequeña población tiene la principal característica de que no hay secretos para nadie, todo el mundo conoce la vida de los demás y además se permiten opinar y adentrarse en sus vidas.
Así vamos conociendo lo que supone la vida en el campo: con sus animales, cómo se reproducen y la importancia que le dan; las bodas campestres, en las que te hartas de comer, duran todo el día y se invita a toda la población; la muerte, personajes que pasan a mejor vida y cómo es llevado en una localidad tan pequeña; y la figura principal del párroco de la comunidad, confesor, amigo y siempre presente en todos los actos sociales, tanto tristes como felices.
Tras leer la biografía de Colette veo que esta novela es autobiográfica, por lo que entiendo la descripción tan realista de todos los elementos ya que son vividos por la propia escritora. Una novelista con una vida muy interesante y que nos ha dejado grandes escritos.
Próxima lectura: El sombrero verde, de Michael Arlen.

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