lunes, 13 de julio de 2015

Intemperie




Tenía muy buena pinta este libro pero lo que no me esperaba era encontrarme una obra maestra. He tenido en mis manos uno de esos libros que sabes que son únicos, especiales y que parecen escritos por grandes autores, clásicos inimitables, que es algo que Jesús Carrasco ha conseguido con su primera novela. Vértigo es lo que siento ante lo que este autor puede todavía ofrecer.
Nuestro joven protagonista de la novela es sólo un crío que está huyendo pero no sabemos de qué, escondido en un paraje seco rodeado de olivos me hacía pensar en un paisaje como la sierra de Jaén o Granada o los amplios campos secos que nos deja el verano en Extremadura; en su larga y precipitada huída se encontrará con un cabrero y sin mediar apenas palabra entre ellos se decidirán a acompañarse mutuamente en su camino y además sin pedirse ningún tipo de explicación. La ayuda que se proporcionarán entre ellos es algo que ninguno sabe cuál será su alcance pero les convierte en una fuerte y sólida pareja, dispuesta a todo por ayudarse entre ellos. Todo ello con el miedo a que el aguacil de su localidad consiga atrapar al niño y hacerle volver a su casa. Juntos pasarán mil aventuras mientras el destino les pone a prueba una y otra vez.
La grandeza de esta novela la convierte en un regalo para leerlo una y mil veces. Un libro duro y nostálgico, una narración conmovedora e intensa. El avance en la lectura nos va acercando a un final trágico al mismo nivel que nos ha regalado todo el libro. Llevo unos días recomendando sin aliento esta novela a todo aquel que me pregunta qué leer en verano, seguramente muchos piensen que las trágicas y duras líneas de este libro no sean lo más adecuado para los días veraniegos pero por suerte algún dulce lector encontrará que lo recomendado será recordado a través de los años como una auténtica obra maestra de la literatura.
Próxima lectura: No entrabas en mis planes, de Anna García.

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