viernes, 17 de julio de 2015

No entrabas en mis planes



Al final siempre me veo arrastrada a comprar historias de amor... No lo puedo evitar porque me encantan los finales felices, las buenas historias que además terminan bien y porque me resultan tan amenas que en un par de días he devorado estos libros. A veces son demasiado moñas para mi gusto personal pero no decepcionan.
En esta ocasión tenemos a Livy que con dos hijos y una reciente separación decide poner tierra de por medio y se traslada a Nueva York con un nuevo trabajo y decidiendo empezar una nueva vida. Lo que no entraba en su planes es que la primera noche conociera al típico ligón que siempre tiene a la chica que quiere y que tengan el mejor encuentro sexual que nunca han tenido, deseando que dure más y que se repita lo antes posible. El destino hace que vuelva a encontrarse con Aaron antes de lo que espera y en una situación bastante más incómoda. Pero la atracción que hay entre ellos hace que no puedan evitarse y que quieran vivir lo que hasta entonces, sobre todo Aaron, no pensaban que jamás les pudiera ocurrir. En este caso sus vidas se ven complicadas por su circunstancias personales, sus hijos serán lo más importante por lo que su vida en común parece que nunca va a suceder.
¿Qué es lo mejor de estas novelas? Que el amor triunfa y consiguen estar juntos. Y si no es así no las quiero. A las películas románticas no termino de encontrarles el gusto pero los libros sí me regalan ese mundo maravilloso lleno de flores y corazones que no decepciona y que es agradable de leer. Te sumergen a una vida interior tan agradable que no quieres que terminen.
En esta novela son muchos los inconvenientes que tienen para estar juntos y tiene además momentos de verdadero drama, situaciones muy intensas en las que por suerte triunfa el amor. Demasiado amor en esta novela pero eso no debería ser ningún inconveniente para no leerla.
Próxima lectura: Persiguiendo a Silvia, de Elisabet Benavent.

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