Último día del año y último libro leído. Crossfire iba a ser una trilogía pero al final se convirtió en cinco libros de los cuales éste es el cuarto. Tan excitante e interesante como el resto.
Eva y Gideon siguen con su lucha tanto interna como con su entorno. Al final del tercer libro han dado un paso muy importante en sus vidas pero todavía tienen que aprender a vivir con su pasado y cómo apoyarse el uno a otro para poder ser la pareja que ellos quieren ser. La gran novedad de este libro es que mientras que en las anteriores novelas de la saga era Eva el personaje principal y quien nos hablaba en primera persona, ahora también es Gideon quien narra la acción. Así conocemos mucho mejor sus sentimientos y luchas interiores y lo que está tratando de superar para sacar adelante su amor hacia Eva. Lo que está claro es que ellos dos se aman con locura pero muchas veces se dejan llevar por su maravillosa vida sexual y no se enfrentan a lo que de verdad les preocupa, sobre todo por parte de Gideon, que poco a poco irá rompiendo la coraza que le protege.
Lógicamente no puedo contar mucho, hay tres libros anteriores. Esta vez Eva y Gideon tienen que luchar contra sus enemigos, que les quieren hacer daño y acabar con lo que les une. Lo irán superando, unas veces mejor que otras, porque lo que les une es mucho mayor que lo que les separa. Una estupenda historia de amor que estoy desando saber cómo terminará, aunque el título de la última novela ya nos da una pista a los fans.
Próxima lectura: Contrato sin preaviso, de Juliette Sartre.
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